Lo que a continuación vais a leer es una breve síntesis de la interesante conferencia que dio D. Miguel Ángel Prats sobre el tema de las nuevas tecnologías y la educación.
Si hacéis clic en la imagen, podéis llegar directamente a la página de la asignatura NNTT y ahí poder verlo y escucharlo vosotros mismos.
A lo largo de la historia muchos autores coinciden en 4 grandes revoluciones culturales: el habla, la escritura, la imprenta y la telemática( que es en la que nos encontramos hoy en día). Aunque también han existido 3 grandes revoluciones económicas y de poder, que son: la tierra, la producción y la información ( esta última es la predominante en nuestro tiempo). Pero la GRAN REVOLUCIÓN que aparece como denominador común a ambas es la que se denomina, del mundo analógico al digital. Y ¿ qué entendemos por mundo digital? pues bien, se podría decir que el mundo digital, es el mundo de lo flexible, de la adaptabilidad de las cosas; en él existe una ruptura entre el espacio y tiempo, y esto es importante por que en nuestras escuelas dicha ruptura es inexistente. La vida aparece encasillada, mientras que el mundo digital la plantea como algo flexible. pues bien, el problema similar que encontramos a esto en la escuela, sería el horario, pues estamos atados a sus tiempos.
Ahora bien los niños que han nacido en esta era digital usan un lenguaje muy distinto al nuestro, un lenguaje que debemos aprender a usar y manejar ( los emails, los sms...).Para ellos es normal poner un dvd o chatear con un amigo, pero para nosotros no lo es tanto. Así podemos decir una frase muy importante y es que "la tecnología solo lo es, apra aquellos que han nacido antes que ella."
Ante esta era tecnológica pueden aparecer miedos o inseguridades. Hay algunos que creen que la tecnología jamás podrá sustituir al profesor, ¿pero no se decía algo aprecido de la imprenta y el copista, cuando este último ya ha desaparecido? El profesor debe adaptarse a esta nueva era, debe aprovecharla para crecer. Un medio no elimina a otro, solo lo hace complementario. Pero esta idea puede gustar o no, y tanto así, es respetable, pues primero hay que pensar si merece la pena hacer el esfuerzo por integrar estas tecnologías en la escuela, de cara a los niños que hay que enseñar. Pues si la tecnología no nos va a ayudar a mejorar la interacción entre los alumnos,si no va a mejorar tampoco el clima o atmósfera del aula, ¿para qué la queremos? mejor que no entre. Ahora bien, si ésta provoca un gran cambio pedagógico, entonces sí merecerá la pena. El ordenador o cualquier otro objeto de los que nos referimos, es un simple medio a usar, no va a cambiar nada por sí solo. Es nuestro pretexto o excusa para poder ponernos a la altura de las circunstancias de nuestro tiempo y al mismo tiempo es un factor motivante para nuestros alumnos.
Hablar de innovaciones pedagógicas es halar de utilizar las TIC en el aula, pero de una manera que estas sean capaces de desarrollar una serie de actividades que están a la altura de las competencias que deben adquirir nuestros alumnos. Además son también pretexto para renovar nuestra rutina en el aula.
En estos aspectos tecnológicos puede parecer que los niños nos sacan años luz, por eso el maestro debe estar al día en todos estos temas, porque debemos conocer el contexto con el que trabajan los niños, y entender su lenguaje. Hay que darse cuenta que aunque el maestro sea la fuente primordial de conocimientos, hay en ciertos aspectos en que los niños pueden estar muy muy avanzados, incluso saber más que nosotros, y esto no es ningún desprestigio. Hay que saber bajarse de la tarima y aprender a trabajar con ellos.
Sin embargo a pesar de todo esto que parece tan bueno para la escuela, los alumnos y los profesores, es en el ámbito de la educación donde únicamente se plantea el uso o no de las TIC en el aula. Las TIC parecen algo excepcional , cuando realmente los niños las usan a diario, las ven cotidianas. Así , según nuestro conferenciante, la mejor manera de integrar las TIC en la escuela es mediante un acompañamiento constante en el uso de las mismas. Hay que ayudar a los maestros a introducirlas, a usarlas, a asesorarles, y olvidar un poco el exceso de cursos privados.
El maestro debe familiarizarse con estas nuevas herramientas. Debe perder el miedo, y así, más tarde, poco a poco, cambiar ciertas rutinas en sus aulas, pudiendo aplicar el uso de las mismas. Pero lógicamente para ayudar al maestro, hay que sensibilizarlo en su uso, darle un espacio donde poder experimentar en un clima buena y de confianza.
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